INTRODUCCIÓN
“ Parece, Platero, mientras suena el Ángelus, que esta vida nuestra pierde su fuerza cotidiana y que otra fuerza de adentro, más altiva, más constante y mas pura, hace que todo como en surtidores de gracia suba a las estrellas, que se encienden ya entre las rosas... más rosas.... Tus ojos, que tú no ves, Platero, y que alzas mansamente al cielo, son dos bellas rosas”
(Juan Ramón Jiménez)
¿Sabes, Platero¿ Ahora necesito de esas dos bellas rosas para ver prados y ríos y fuentes y un sinfín de carruseles y de niños y de risas que no se acaban.
Se han agotado las rosas y los lirios amarillos y los espejos del río y ya no se oye tu trotecillo juguetón.
Esta noche quiero hablar contigo y que por instantes seas mi Platero pequeño, peludo, suave y que la brisa de esta noche, te traiga hasta mi ventana.
Creo que me habías oído antes de llamarte y es porque sabes que te quiero.
¡Qué bueno eres Platero! Te miro y ya es bastante: estás aquí conmigo.
“EL AMARILLO”
Sueño en Holanda con esos campos de tulipanes y esos trigos de Castilla y en toda esa gente de Oriente.
¿Y tú, Platero? ¿No te gusta el amarillo? ¡Qué bonito es mirar el color tuyo!
Contemplar el amarillo es detener el tiempo y llenarse el alma y el corazón de todo lo grande a la vez.
¿Te das cuenta, Platero, de lo que siento?
Siente conmigo este gozar del sol y del amor en el amarillo.
Ven conmigo, que yo te enseño.
“LA GENTE”
Ya sé que a tí, al principio, te asusta la gente pues no sabes por qué ríen y por qué se mueven. No sabes de eso que se llama Psicología, sólo un poco de “Asnografía”. ¡No te preocupes, mi Platerillo, pues quizá sólo tendrás que observar mucho y aplicar tus conocimientos. En ocasiones el hombre es como un borriquillo que echa a trotar si le dejan suelto y que rebuzna y que mueve el rabo y que lame amistosamente a su dueño.
¡Te aseguro que serán muy útiles tus observaciones!
LA AMISTAD
Hoy estás conmigo porque eres mi amigo y creo que siempre has estado y estarás porque siempre has sido y serás mi amigo.
Es gracioso, parece una tontería, pero ¿no has comprobado que a los amigos siempre los llevamos dentro? Yo no me puedo quitar un amigo para que quepa otro. Siempre hay huecos pero no como un panal en el que los colocas y ¡ya está! No, pues siempre eres tú y el amigo.
¡Qué maravilla, Platero, estoy notando que me comprendes y ya no son necesarias palabras!
“LA LUNA”
Este tema es muy tuyo y de Juan Ramón y de Federico y de tantos “nuestros”.
Hoy es sólo un casquito. Es pequeñísima. A mí me gusta luna llena pues se ilumina todo el campo y todo el mar y se ven todos los ojos de la gente.
¡Y se ven tantas cosas en las noches de luna llena! Pero ahora pienso que es necesario que haya también noches de luna llena junto con noches en las que se vea menos.
¡Es bueno el contraste de luces de luna!
EL VIENTO
Háblame tú qué es el viento. Es algo mágico: te toca y no lo ves. Te acaricia, te sacude. Mueve a toda la Naturaleza en un compás único.
Para mí el viento es una música sin notas. Es un concierto de un gran maestro entre loco, exaltado y genial.
¿Te has parado a pensar lo que es el viento en una noche en la que no puedes más?
El viento es nuestro amigo, Platero.
“LA LLANURA”
¡Qué bonita es mi tierra! Algunos dicen que no tiene nada, que ¿dónde está lo bonito? Cuando oigo esto me río, me da pena y ... me siento dueño de mi tierra, porque eso es: tierra, surco, infinito y un color que va del rojo al pardo; y unos frutos que van desde las uvas maduras, que están chorreando mosto, al rastrojo que en unos años será buena tierra.
El campo es espera. Yo espero en el campo.
Crees Platero que estoy loca, pero es que oigo el latir de la tierra y siento con ella.
“NIÑOS”
Cuando sientas sobre ti unas miradas, piensa que son ojos grandes de niños. Son túneles sin fin que esperan a ver qué haces.
Ofréceles un trotecillo o un rebuzno, si no sabes cantar.
Seguro que se echan a reír al ver la payasada que has hecho.
Eso esperaban de ti. Ahora comienzan a trotar ellos.
¡Déjalos!
LA LUZ
Es un torrente sin ruido que llega hasta el suelo. Tú y yo flotamos en ella. ¿Has visto los colores que hay?: rojos, naranjas, malvas, amarillos, azules, verdes, fucsias, rosas... ¡El mundo explota de contento porque ya no puede contener más colores!
¿Cuál coges tú? Yo ya sé cuál. ¡Van Gogh supo: cogió hasta la misma luz!
“ TRABAJO”
Parece que te asusta esta palabra, mi borriquillo. Y a mí. Y al que está en esa ventana y al que pasa por la calle.
No te asustes, Platero, ahora estás aquí, junto a mí, aunque pensándolo bien no has parado de escucharme en todos estos minutos. ¡Vaya trabajo que te estoy dando!
¿Mueves las orejas de gusto?
Me gustaría que todos los trabajos fueran eso: oír lo que quieren las personas que se aman.
“GRACIAS”
Gracias Juan Ramón por dejarme a tu Platero un rato, por momentos creí que era mío. Gracias por tu generosidad. Sé que haces eso con todo el mundo.
Quiero que todos te lo pidan y le conozcan y que todos aprendan de él la capacidad de escuchar, de comprender, de querer.
Me gustaría que antes que termine este año se desempolvaran todos los “Juan Ramones”, “Saint-Exuperys” y “Hemingways” que andan por este mundo y que nos hablen de cosas extraordinariamente sencillas y grandiosamente pequeñas.
Gracias a todos los que ya, esta misma noche, comenzáis a escribir.
Me gusta mucho el blog que has abierto. Me da paz leer los textos y disfrutar con estas pinceladas de bellez y de sensibilidad.
ResponderEliminarUn abrazo y mucha suerte
Pilar Espinosa de los Monteros
Pilar, he intentado contestar tu bonito comentario y al fin lo hago, mas vale tarde que nunca. Gracias. Este curso me encantaría actualizar el blog metiendo algún artículo reciente. ¿Qué tal el verano?
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Marisa