¿Qué belleza mayor que la transparencia?
Ser transparente es dejarte manejar por un Ser superior que toma posesión de ti por un acto de tu libertad. Entonces te embarga un sentimiento de Amor.
¿Y los ojos de los otros?
¿Y sus mentes?
¿Y sus corazones?
Con mi arte les llevaré a la transparencia, a la verdad. El camino es la autenticidad.
Prepararse para entrar en acción cuando el espectador divino no falla, es entrar con la alegría de ofrecer lo mejor de sí.
El dar gusto al espectador divino no ha de ser monótono, aburrido, sino chispeante de alegría porque su mirada llena todo el ambiente.
Naturalidad es transparencia, que aparezca la realidad divina a través de la sonrisa, la mirada, el buen hacer en el trabajo.
La seguridad de ser hijos de Dios nos lleva a límites insospechados de audacia en la amistad, en el saber y en transmitir la fe a través del hecho literario, que es Belleza y Verdad
No hay comentarios:
Publicar un comentario