Llanura y azafrán.
Etiquetas
ANTONIO MACHADO
(3)
Beato Álvaro del Portillo
(1)
CENTENARIO DE PLATERO Y YO
(1)
Cervantes. El Quijote
(8)
CHEMA POSTIGO
(1)
CITAS
(1)
Combarro (Galicia)
(1)
Concepción Arenal
(1)
CREATIVIDAD
(5)
Cuentos
(1)
D. ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
(1)
Decenario
(1)
Delibes
(1)
Día del libro 2021
(1)
Edith Stein
(1)
EDUCACIÓN
(11)
EL GRECO
(2)
Ernestina de Champourcín
(2)
Espíritu santo
(5)
FAMILIA
(4)
Fase 1
(2)
FE
(14)
Federico Gallego Ripoll
(1)
FERNANDO ARGENTA
(1)
Filosofía
(2)
Finisterre (Galicia)
(1)
Galicia
(8)
Galicia (Carril)
(1)
Gaudí
(6)
Gracias
(1)
HANNAH ARENDT
(1)
HISTORIA
(3)
JESÚS DEL PERDÓN.
(19)
JOMO
(1)
Jorge de Arco
(1)
José Ángel Valente
(1)
Junio
(1)
KEATS
(1)
la cosecha
(1)
La Granja
(1)
La Guardia. Santa Tecla (Galicia)
(1)
LA MANCHA
(10)
Leonor de Aquitania
(1)
Libros postcovid
(2)
Madre Teresa de Calcuta
(2)
Manuel José
(1)
Manzanares de La Mancha
(4)
Melchor Díaz-Pinés
(2)
Microrrelatos
(21)
Mis pinturas
(2)
Monte Carmelo
(1)
MORRICONE
(1)
Navidad
(5)
OG MANDINO
(1)
Ortega y Gasset
(1)
Paloma Gómez Borrero
(1)
Pandemia
(6)
PAZ
(2)
PENSAMIENTOS DE MARISA
(2)
PÉREZ GALDÓS
(4)
POEMAS DE PAZ
(12)
Politica
(1)
POLÍTICOS
(1)
Pontevedra
(2)
Rabindranath Tagore
(1)
REFLEXIÓN.
(20)
Reseñas
(4)
Sagrado Corazón de Jesús
(3)
San Agustín
(1)
San José
(1)
San Josemaría
(1)
Santa Teresa
(1)
Santa Teresa de Jesús
(1)
Santiago apóstol
(2)
SEGOVIA
(11)
SENARA
(1)
SOR ENRIQUETA
(1)
TOLEDO
(7)
TOMÁS MORO
(5)
VAN THUAN
(1)
Verano
(1)
Villancicos
(8)
Villancicos 2018
(1)
Virgen del Abrazo
(1)
Virgen María
(1)
ZENOBIA Y JUAN RAMÓN.
(32)
ZENOBIA Y JUAN RAMÓN. San Juan de la Cruz
(1)
domingo, 3 de enero de 2016
Nochebuena
Foto de Marisa Díaz-Pinés
El cordero balaba dulcemente.
El asno, tierno, se alegraba
en un clamor caliente.
El perro ladradaba,
hablando casi a las estrellas...
Me desvelé. salí. Vi huellas
celestes por el suelo
florecido
como un cielo
invertido.
Un vaho tibio y blando
velaba la arboleda:
la luna iba declinando
en un ocaso de oro y seda,
que parecía un ámbito divino...
Mi pecho palpitaba,
como si el corazón tuviese vino...
Abrí el establo a ver si estaba
Él allí.
¡Estaba!
Juan Ramón Jiménez
(1881- 1958)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario