Llanura y azafrán.

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martes, 30 de diciembre de 2014

El buey y el asno junto al pesebre*


                    
   

*Sacado de “Imágenes de la esperanza” de J. Ratzinger

En Navidad nos deseamos de corazón que este tiempo festivo, en medio de todo el ajetreo actual, nos de un poco de reflexión y alegría por el contacto con la Bondad de nuestro Dios y de este modo, ánimos renovados para seguir adelante.

Origen de la celebración de la Navidad.

La fiesta originaria de la cristiandad no es la Navidad sino la Pascua de Resurrección. Ya Ignacio de Antioquía (muere 117 d.C), llama a los cristianos aquellos que “ya no guardan el sábado, sino que viven según el día del Señor”: ser cristiano significa vivir pascualmente, desde la Resurrección, que se conmemora el domingo. Seguramente el primero en afirmar que Jesús nació el 25 de diciembre fue Hipólito de Roma, en su comentario a Daniel escrito hacia el 204 d C. Ya Lucas en su Evangelio presupone el 25 de diciembre como día del Nacimiento de Jesús. Sea como fuere, la fiesta de Navidad no adquirió en la cristiandad una forma clara hasta el siglo IV, cuando desplazó la festividad romana del dios solar y enseñó a entender el nacimiento de Cristo como la victoria de la verdadera luz. Bo Reicke dice que no sólo fue una asimilación de una fiesta pagana a cristiana, sino que se asumió una ya antigua tradición judeo cristiana.

El especial calor humano de la fiesta de Navidad nos afecta tanto, que en el corazón de la cristiandad ha sobrepujado con mucho a la Pascua. Ese calor se desarrolló especialmente en la Edad Media y fue Francisco de Asís quien, con su profundo amor al hombre Jesús, al DIOS CON NOSOTROS, ayudó a materializar esta novedad. Su primer biógrafo, Tomás de Celano, describe su alegría indescriptible en la celebración de la Navidad. Decía San Francisco que era la fiesta de las fiestas porque todo un Dios se hizo Niño pequeño y mamó leche como todos los niños. Lo vemos en la representación de tantas imágenes de la Virgen de la leche. Francisco abrazaba –con cuánta ternura y devoción- las imágenes que representaban al Niño Jesús y les decía palabras tiernas. De tales sentimientos surgió la Navidad de GRECCIO. Quizás le animó a ello su viaje a Tierra Santa y el pesebre de santa María la Mayor, en Roma. Le movía el anhelo de cercanía, de realidad; era el deseo de vivir Belén de forma totalmente presencial, de experimentar inmediatamente  la alegría del Nacimiento del Niño Jesús y compartirla con todos sus amigos. De esta Navidad, esa noche junto al pesebre, habla Celano, la noche de Greccio regaló a la humanidad cristiana la fiesta de Navidad totalmente nueva: la humanidad de Jesucristo.

La festividad de la Resurrección había centrado la mirada en el poder de Dios, que supera la muerte y nos enseña a esperar en el mundo venidero, pero ahora se hacía visible el indefenso Amor de Dios, su humildad y bondad que se nos ofrece en medio de este mundo y con ello nos quiere enseñar UN GÉNERO NUEVO DE VIDA Y DE AMOR.

Navidad de 1223. Las tierras de Asis las puso a disposición de San Francisco un noble, de nombre Juan, que no daba importancia a la nobleza, sólo a la del alma. Ese Juan tuvo una visión milagrosa: vio yacer a un niño pequeño, sobre el comedero –pesebre- que se despertaba al estar cerca San Francisco. Este es el descubrimiento que San Francisco nos da de la Navidad: ENMANUEL, DIOS CON NOSOTROS, alguien de quien no nos separa ninguna barrera de sublimidad ni de distancia: en cuanto niño se ha hecho tan cercano a nosotros, que le decimos sin temor tú, podemos tutearle en la inmediatez del acceso al corazón infantil. En el Niño Jesús se manifiesta de forma suprema la indefensión del Amor de Dios: Dios viene sin armas porque no quiere conquistar desde fuera, sino ganar desde dentro, transformar desde el interior. Si algo puede vencer la arbitrariedad del hombre, su violencia, su codicia, es el desamparo del Niño. Dios lo ha aceptado para vencernos y conducirnos a nosotros mismos. Su condición de Niño nos indica cómo acercarnos a Dios.

Quien no ha entendido el Misterio de la Navidad, no ha entendido lo más determinante de la condición cristiana. En la cueva de Greccio se encontraban aquella Nochebuena, conforme a la indicación de San Francisco, el buey y el asno. ¿De dónde procede esta realidad? Como es sabido, los relatos navideños del Nuevo Testamento no cuentan nada de ellos. El buey y el asno no son fruto piadoso fantástico. Gracias a la fe de la Iglesia en la unidad del Antiguo con el Nuevo Testamento, se han convertido en acompañantes del acontecimiento navideño – cfr. Isaías 1,3: “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne”. Los Padres de la Iglesia vieron en estas palabras una profecía referida al nuevo pueblo de Dios, la Iglesia constituida a partir de los judíos y gentiles. Ante Dios, todos los hombres, judíos y gentiles, eran como bueyes y asnos, sin razón ni entendimiento, pero el Niño del pesebre les ha abierto los ojos, para que ahora reconozcan la voz de su Dueño, la voz de su Amo. En representaciones navideñas medievales se les da casi rostros humanos. Reverencian al Niño. Es una profecía que encierra el Misterio de la Iglesia. Bueyes y asnos somos nosotros que en la Nochebuena se nos abren los ojos para adorar al Señor. Hoy día se sigue cumpliendo esa irracionalidad de no reconocer a Dios. Entonces quien no reconoció fue Herodes, no sólo no entendió nada cuando le hablaron del Niño, sino que le cegó la ambición (Mateo 2,3). También quién no reconoció fue toda Jerusalén y más personas elegantemente vestidas y gente refinada (Mateo 11,8) También los que sabían mucho (Mateo 2,6). Quienes conocieron fueron bueyes y asnos, los pastores, los magos, María y José.

¿Y cuál es nuestra postura? ¿Acercarnos a Jesús al portal? ¿Tenemos esa sencillez de corazón? ¿Comprendemos la voz del Señor? Cuando pongamos las figuras del Belén pidamos al Niños Jesús esa sencillez para oír la voz del Ángel e ir a adorarle, como los pastores (Lucas 2,20).

 

                                                              

 

                                                

miércoles, 12 de noviembre de 2014

SILENCIO

                             
                  
Qué necesario es el silencio...


Sólo se oye el caer de las hojas; a lo lejos, el agua. Inmensidad del campo con sus pinares a un lado y sus robles al otro. Aquí todo es grande; yo me encuentro pequeña. El cielo me acoge y protege. Siento el silencio pero no me da miedo.

AGAETE

                         



Desde el mirador del valle de Agaete...
                            




Atardecer en el norte es algo que asombra. Introducirse en el valle de Agaete, te sobrecoge.

 ¡Isla de Gran Canaria, llena de asombro escondido!

PALABRAS

                                      
Cuántas veces contemplé este rincón del Atlántico...






Poema del mar
en esta tarde
que ruge y choca
en espuma.

Quieres hablar
con tu lenguaje
 de olas que baten
y se extinguen.

Simbolismo vital
del hombre,
expresión antigua
y siempre nueva.




                                             Las Palmas de Gran Canaria

martes, 11 de noviembre de 2014

El Greco nos acompaña en su Aniversario en 2014





El Niño se ha dormido,
al calor de la mula,
San José le contempla,
la Virgen le acuna.

Parece que susurras
a ese Lucero:
“te quiero muchísimo,
mi Rey del Cielo”.

El buey lleva sombrero,
con una ardilla,
para verte mejor
en tu cunilla.

Estás muy desnudito,
sólo en pañales,
yo  quiero abrigarte
dándote mis chales.

Contemplar este portal,
del Nacimiento,
me lleva a ser niño
por el contento.



Rafael nos cede esta bella imagen







Qué cara tan bonita
tienes Tú, Niño chico,
con los ojitos abiertos,
esperando  cariño.

Hoy te rondo con amor
y  te digo, te quiero,
por tu cara y resplandor,
 tus ojos, dos luceros.

Qué cara tan bonita
tienes Tú, Niño chico,
con los ojitos abiertos,

esperando  cariño.

Villancico corto pero lleno del Misterio de la Navidad


Te invito a hacer tu propio villancico




Niñito querido, naciste en Belén,
dentro de una cueva, con María y José.

Pobreza absoluta, sólo mula y buey
que le calentaban a Jesús, su Rey.

Niñito querido, naciste en Belén,
dentro de una cueva, con María y José.

Niño bonito


Este mosaico está hecho por Palmira Laguens


Niño bonito, vas a nacer hoy,
procura hacerlo en mi corazón.

Niño bonito, canto una nana,
para que te duermas hasta mañana.

Niño bonito, dormido  estás,
tu madre y tu padre, te velarán.

Niño bonito, encanto de  amor,
consuelo del hombre en su dolor.

Niño bonito, nace en mí  hoy,
así te ofrezco todo lo que soy.

Gracias, mi Niño, todo lo has dado,

entre sonrisas, me has ayudado.

sábado, 8 de noviembre de 2014

CITAS

                                             

“En amor no hay más que presente” Juan Ramón Jiménez 
  
“Es Jesús quien ha revelado que la muerte del cuerpo es como un sueño del que Él mismo nos 
despierta” Papa Francisco 

“El amor que mueve el sol y las otras estrellas” Dante A. “Divina Comedia”

“Y temo y espero, y ardo y soy hielo” Francesco Petrarca, “Cancionero”

“Todos mis pensamientos hablan de amor” Dante A. “Vida nueva”

“En el corazón te llevo y aunque lejos de ti esté, en otra fuente no bebo aunque me muera de sed” Canción de pescadores.

“Qué bello al ir a ser, haber sido” Juan Ramón Jiménez

                           

jueves, 9 de octubre de 2014

Zenobia y los niños

Zenobia Camprubí: Mujer y escritura autobiográfica. Simposio internacional en La Rábida 2006-08



                   “Platero no sé si entenderás  o no lo que te digo: pero ese niño tiene en su mano mi alma”
                                           Juan Ramón Jiménez. Platero y yo. 27. El Niño y el agua.





INTRODUCCIÓN


Es costoso separar a Zenobia de Juan Ramón en cualquier faceta de sus vidas porque el amor profundo  les llevó a compartir hasta lo mas menudo y cotidiano.
Por otra parte hablar de los niños relacionándolos con la vida de Zenobia es algo audaz teniendo en cuenta la influencia  de los niños en la vida de Juan Ramón.
Deseo que el poeta sea el que nos lleve de la mano a descubrir la relación de Zenobia con los niños.



  1. MALGRAT

Es el relato autobiográfico de Zenobia Camprubí, cuyo original está depositado en el Archivo Histórico Nacional. La autora recuerda sus cuatro primeros años de vida en el lugar donde nació: Malgrat, pueblo barcelonés.
Relata que abandonaron la quinta  el verano que cumplió los cuatro años, sin embargo son recuerdos claros desde la perspectiva de una niña. Por ejemplo: Me acuerdo que las vereditas estaban alfombradas de cascajo y que el jardín parecía un bosque de rosales... Se comprende esa visión de niña pequeña, así como :Otro detalle de aquel verano de 1891 que recuerdo claramente es que vino a casa un señor que llevaba zapatos de lona blanca con aplicaciones de cuero amarillo. En ambos recuerdos se comprueba la pequeña estatura al fijarse en lo que está a su nivel de visión. Por otra parte, Zenobia cuenta en Malgrat : Un rincón sólo me gustaba: era el del depósito del agua. El depósito estaba abierto por un lado, el sol llegaba al agua y se reflejaba en el techo. ¡Qué reflejos tan bonitos! ¡ A mi me gustaba venir a verlos!

He querido dar comienzo por un relato autobiográfico de la primera infancia de Zenobia, porque solo es posible una relación auténtica con los niños cuando uno mismo sabe encontrar su infancia y traerla cercana, viva, fresca.



2.ZENOBIA. LOS NIÑOS. LA RÁBIDA.


En 1909 D. Raimundo Camprubí era ingeniero jefe del puerto ovetense y Zenobia tuvo la iniciativa de dar clases a un grupo de 19 niños de La Rábida y alrededores. Ella misma lo contó en una entrevista que le hizo Ramuncho Gómez para la revista argentina El hogar con fecha 3 de septiembre de 1948: “ Cuando tenía 20 años fui maestra voluntaria en Andalucía, con unos rapazuelos que no tenían quien les enseñara las primeras letras”


Unos años después Zenobia le encarga a Juan Ramón (que todavía no estaba casado con ella) que cuando vaya a Moguer a pasar el verano, entregue unos presentes en La Rábida e intente convencer a los padres de una niña ciega de que les dejaran traerla a Madrid para que la vieran los médicos. Ella se encontraba en un pueblo de Navarra acompañando a su madre porque le sentaba mejor ese clima.


Ambos momentos constatan su amor por los niños con hechos, no es sentimentalismo, sino fruto de una mente creativa que le lleva a resolver los problemas sociales y a no desentenderse de ellos sino afrontarlos con realismo.
  


3.  ZENOBIA Y LOS NIÑOS EN MADRID



Si en el apartado anterior ha sido en La Rábida, en una escuelita, con una niña ciega..., ahora, desde Madrid, su amor a los niños se hace universal.

En 1931 Valdés y Palazón encargarán a Juan Ramón un antología de su obra para lectura en las escuelas, cuya selección realizó Zenobia con gran entusiasmo, como así cita Rafael Alarcón Sierra (1).

El 24 de diciembre de 1932 salió en la editorial Signo Poesía en prosa y verso (1902-1932) de Juan Ramón Jiménez. Escojida para los niños por Zenobia Camprubí Aymar. La primera edición de 2000 ejemplares se agotó antes de llegar a librerías porque fue pedida casi entera por las Misiones Pedagógicas.

La relación de Zenobia con los niños para darles alimento espiritual se complementa con remediar las carencias mas elementales, como ocurrió en 1936: Ambos, Juan Ramón y Zenobia, acogieron a 12 niños en el nº 65 de la calle Velázquez. Trabajaron para la Junta de Protección de Menores del Ministerio de Justicia. Tuvieron que empeñar objetos de plata y joyas en el Monte de Piedad, para sacar adelante a esos 12 niños. (La pequeña renta de Zenobia de EE.UU no podía llegar en esos momentos.

(1)  Pasión Perfecta. R. Alarcón Sierra, pag. 144. Espasa.
Antonio Campoamor lo amplía en su obra Nueva Biografía (2): No contentos con eso, Zenobia visita diariamente un viejo convento de la calle Fúcar donde están recogidos decenas de niños abandonados a su propia suerte, para ayudar en las tareas domésticas e intentar ser útil en la forma que dispongan las circunstancias.



También Campoamor destaca que Zenobia ha colaborado en el Comité Femenino de Higiene Popular, ha sido una de las fundadoras de la Enfermera a domicilio, grupo que llevaba a los niños a dispensarios y los proveía de alimentos y medicinas.



Hasta ahora hemos visto su capacidad de iniciativa para resolver los problemas de los niños con una generosidad sin límites e incluso asociándose y fundando otros cauces para hacer el bien que hasta entonces no los había.
Se va comprendiendo desde el comienzo de su trayectoria que es una adelantada a su tiempo, poniendo por encima de todo su entrega generosa, en este caso para ayudar a los niños.



Por los niños rompe esquemas sociales que había en su época, como es el dedicarse a tareas de servicio doméstico en el convento de la calle Fúcar, cuando en su casa habían tenido muchas personas a su servicio. Zenobia tiene tal personalidad que no se queda nunca en los respetos humanos; va mas allá siempre, busca hacer el bien a pesar de las dificultades.


(2)  Nueva Biografía. A. Campoamor. Pag. 95. Sevilla 2001. Correo de Andalucia.


4. ZENOBIA Y LOS NIÑOS DESDE AMÉRICA




Durante su estancia en Nueva York en septiembre de 1936, Juan Ramón y Zenobia organizan una suscripción en el diario La Prensa (de José Camprubí) a favor de la protección de Menores  de Madrid para los niños víctimas de la guerra, hasta mediados de marzo de 1937. Se remitieron a España más de 2000 dólares.

Zenobia se dedicó con todas sus fuerzas a esta tarea patrocinando conferencias para dar a conocer esta obra social en el ámbito americano.


En Juan Ramón y yo de Zenobia Camprubí, ella cuenta que al poco de llegar a Puerto Rico, en una reunión con un grupo de niñitos puertorriqueños uno de ellos le dijo a Juan Ramón: Y, es claro, como se murió “Platero”, tuvo que casarse con usted.
Esta anécdota llena de ternura la recoge ella, prueba que le emocionan los niños.


Esa sensibilidad maternal de Zenobia que no pudo tener hijos le impulsa al deseo de querer adoptar un niño vasco (3). Fue antes de ir Juan Ramón a llevar regalos a los niños republicanos evacuados de España para Méjico y que hacían escala en La Habana, donde ellos estaban entonces residiendo, mientras se libraba la guerra civil española.


El 15 de febrero muere en el frente de Teruel Juan Ramón Jiménez Bayo, sobrino y ahijado de Juan Ramón. En contraste con tan triste suceso y casi por los mismos días, Zenobia tiene la alegría de recibir noticias de los niños que tuvo a su cargo en Madrid: la Junta de Menores los ha puesto bajo la protección del Consell Municipal del pueblo barcelonés de Castellar del Vallés y todos disfrutan de excelente salud.
  
(3)  Diario I  pag. 43 y 49-50 de Zenobia Camprubí



CONCLUSIÓN



Quisiera terminar con algo que me parece emotivo y muestra quién es Zenobia hasta el último momento:
 El 25 de diciembre de 1956 la confirmación del Nobel, la recibió Juan Ramón en la hora de su mas hondo dolor, la agonía de Zenobia, con las manos de ella sobre las suyas cuando entró el rector de la Universidad, doctor Jaime Benítez y leyó el telegrama de la Academia sueca. Ella hizo un esfuerzo, abrió sus ojos verdes. Miró a los profundos y sombríos de su marido, y sonrió leve y desdibujadamente. Hacía ya dos días que no podía hablar. Juan Ramón cerró los suyos con intensa amargura y empezó a sollozar tristemente. Al darse cuenta del acontecimiento Zenobia comenzó a entonar, con tatareo apenas audible, los tiernos compases del villancico español “Ábreme la puerta, Niñito Jesús” y estalló en sollozos también ella.(4)





Toda su vida fue ayudar, especialmente a los niños y en el último instante acude a Jesús Niño pidiéndole que le abriese la puerta del Cielo, premio a una vida llena, generosa, sin medida.

  
(4) Nueva Biografía.A. Campoamor. Pag. 153-154. Sevilla 2001.






La alegría de la espera

              
 
                                 
                                             Siempre hay una esperanza y más en Navidad

                                                

Estaba sola en la sala de espera de la estación. Deseaba ver una cara conocida entre aquella multitud. Me habían dado las vacaciones. El tren llegó, subí, estaba confortable, me instalé; ante mi vista pasaban los campos nevados. Mi corazón se aceleraba conforme se aproximaba mi pueblo: tenía la esperanza de encontrar a mis seres queridos en el andén. Era Navidad.


martes, 30 de septiembre de 2014

Título: “La Gloria de mi padre”


El amor en la familia es la clave




 
Autor: PAGNOL, Marcel

Editorial: RIALP

197 páginas

El autor nació en Aubagne (Francia) 28-2-1895 y murió en París el 18-4-1974. Novelista, dramaturgo y cineasta francés. Fue el primer director de cine miembro de la Real Academia de Francia. La novela que comento la escribe afectado por la muerte, en 1949, de su hija de 2 años. Decide irse de Marsella e instalarse en Paris. En esta obra vuelca sus recuerdos de infancia pasados con su padre. La prosa es sencilla, íntima, agradable. Las descripciones de la Naturaleza las alterna con sus impresiones de niño de tal forma que arranca la sonrisa del lector. No hay que perderse la siguiente novela: “El castillo de mi madre”; esta vez la historia la centra en la madre que murió con 36 años, cuando él tenía 15 años. Utiliza un lenguaje más delicado y poético y hasta consigue arrancar una lágrima por su exquisita sensibilidad.
El mérito de las dos novelas que recomiendo (también hay otra tercera en la línea de sus memorias) es que son de tal riqueza expresiva objetiva y subjetivamente que descubren al autor: Marcel Pagnol no sólo como novelista, también como apasionado del cine, de la imagen que nos presenta a través de los ojos de un niño, él mismo.




                                                  

Título: Verde agua



Si lees el libro descubrirás el significado del título...


 
Autor: Marisa Madieri

Editorial: Minúscula

Está escrita en forma de diario. Es autobiográfica. Describe el éxodo de Fiume, ciudad italiana que pasa a manos de Tito en 1945, tras la 2ª guerra mundial y su instalación en el Silo de Triestre, ciudad cosmopolita, donde viven gentes de muchas lenguas y religiones. Narra elegantemente las condiciones de vida en el Silo. Es un libro de una gran riqueza poética. Llega al alma y es difícil de olvidar por su exquisita sensibilidad. El marido de Marisa Madieri, fallecida, es el también escritor, Claudio MAGRIS.


lunes, 22 de septiembre de 2014

LAS GAVIOTAS.


Hay que llevar el timón de nuestra vida
 



Las aves volaban majestuosamente mientras yo soñaba con el Cielo; pensaba que ellas estarían mas cerca de Dios por estar en las alturas. Reaccioné rápido y pensé que con mi corazón yo podría emprender vuelos más altos. En ese instante tuve una sensación de gozo.


COSAS DE LA VIDA

          



No hay que perder el humor por nada
                                  

Mamá estaba preparando el postre para el día de mi cumpleaños; se afanaba en conseguir la gelatina de un rojo brillante cuando llegó mi padre que le dedicó la mejor de sus sonrisas, entonces ocurrió lo inesperado: el gato saltó sobre “la obra de arte” de mi madre. La reacción de ella fue romper en lágrimas. En aquel momento mi padre la estrechó entre sus brazos y le dijo: “Pino, te traigo buenas noticias: ¡te han seleccionado en Master Chef!”



                                               

CALOR DE HOGAR

    
El papel del abuelo en la familia es insustituible



                                            

El abuelo nos reunía cada año a todos los nietos para celebrar su santo, el 6 de enero. Tenía tal poder de convocatoria que no faltaba ninguno a la cita. Fuimos creciendo y cada vez era más difícil reunirnos, pero nunca faltamos el día de Reyes. El abuelo se nos fue en una nube al Cielo y todos nos preguntábamos: ”¿Cómo va a ser este año la cita de siempre?” Entonces fue cuando decidimos editar un libro con los recuerdos que nos contó a lo largo de tantos años; lo titulamos: La hoguera que no se apaga. Lo mejor fue que la edición salió el 6 de enero. Pensamos que fue el abuelo el que no faltó a la cita.



TÍTULO: Entre tonos de gris


Elegancia, belleza, que radica en el interior y se muestra en medio de las dificultades

 

AUTORA: Ruta Sepetys

EDITORIAL: MAEVA

Nº de páginas: 287

Año: 2011

La protagonista de la novela es una joven lituana de 15 años, Lina, que relata la deportación a Siberia con su madre y su hermano pequeño. A diferencia de otras novelas, destaca la labor de documentación de la autora, Ruta Sepetys, norteamericana de origen lituano; se aprecia por la cantidad de detalles que conducen a un realismo estremecedor, provocado por la calidad de las imágenes. Hay un equilibrio entre la dureza de la novela y la esperanza de los protagonistas. Habla de la lucha por la supervivencia pero sobretodo del amor: está lleno de bondad y generosidad en situaciones extremas.



                                                                                              

Azul

Siempre recordaré el paseo marítimo de Las Palmas de Gran Canaria


 


Poema del mar,
poema de la brisa,
que se expande en
 bocanadas de vida.

Azul sobre azul,
en reflejo de agua,
de cielo inmenso
que inunda el alma.

Gaviotas en vuelo,
 veleros en surco,
 blanco en azul
sobre mar y cielo.

Belleza inmensa
 en mis ojos,
en mi mente,
en mi corazón.

Hago míos el azul
 y el blanco:
se hacen eternos
 en mi alma

                                   

Aforismos


Poesía, contemplación, unión.


 

Profundidad al contemplar:
conexión total.

La risa y la canción,
otra forma de unión.

Corazones al unísono,
al compás de una canción,
nexo de unión.

Poema, saeta en el alma.

Motor de vida,
impulso a lo bello:
eso eres tú, poesía.

Alegría en la amistad:
compartir lo bueno,
verdadero y bello.




EL GUSTO ESPIRITUAL DE SER PUEBLO

   Colaboración en la revista de las fiestas de Jesús del Perdón 2014           

 
A su paso por Arucas: piedra de sus entrañas que da su saludo al cielo (MDP)
 





                            He tomado el título de donde arranca el nº 268 de “La alegría del Evangelio”. La idea de este punto y de la predicación del Papa Francisco es que para evangelizar el alma hay que estar cerca de la vida de la gente: La misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo.
Cada viernes al posar nuestra mirada en los ojos de Jesús del Perdón, con su Cruz a cuestas, reconocemos todo su amor que nos dignifica y nos sostiene, pero allí mismo, si no somos ciegos, empezamos a percibir que esa mirada de Jesús se amplía y se dirige llena de cariño y de ardor hacia todo su pueblo. Así redescubrimos que Él nos quiere tomar como instrumentos para llegar cada vez más cerca de su pueblo amado. Nos toma de en medio del pueblo y nos envía al pueblo, de tal modo que nuestra identidad no se entiende sin esa pertenencia.
Este año he querido traer al Papa Francisco para que participe en nuestras fiestas patronales y nos marque el rumbo de nuestras vidas: no perder nunca nuestra identidad de hijos de Dios. Aquí, en este nº 268, queda bien claro que somos instrumentos de Dios para los demás, no porque seamos superiores, al contrario: somos meros instrumentos en manos del artista que es Jesús, nuestro Padre Jesús del Perdón.
Estos años vividos en Canarias experimento la cercanía del pueblo a lo sagrado: la Virgen del Pino ha bajado de su casa, la Basílica en Teror, a las Palmas de Gran Canaria. Cientos de miles de personas cogieron las guaguas de madrugada para recogerla y caminar de sol a sol hasta traerla a la catedral. Eran riadas de personas por los caminos, gentes de todas las edades, felices. Al llegar fue una apoteosis cantando todos el himno a su Patrona. Durante quince días la catedral no cierra y se suceden la Misas y las velas al Santísimo, junto a su Virgencita, también la Madre de nuestro Jesús. Cada vez pienso más que la tierra es muy pequeña si es grande el corazón.


                                              

viernes, 19 de septiembre de 2014

En memoria de mi hermana Tere

                                    
                                 


                                                 A ritmo de samba

Acaban de emitir un programa en la tele sobre Joaquín Rodrigo. Las notas de su guitarra me transportaron a Aranjuez. Descubrí que el famoso concierto lo hizo a la muerte de su hijo. ¡Qué necesaria es la música para expresar la alegría ó el llanto! Hoy el corazón me lleva a Cafrune porque siento en el alma la necesidad de cantar “Samba de mi esperanza”. Pienso que ese anhelo no es sólo mío: es del universo.
             

                                         

martes, 10 de junio de 2014

CENTENARIO DE PLATERO Y YO

                              
   CENTENARIO DE PLATERO Y YO en el 2014

También podría llamarse “Año de la sencillez” porque Juan Ramón quiso elevar a la categoría suprema lo sencillo y cotidiano a través de las palabras de “Platero y yo”.
Es difícil hacer un recuento de las ediciones de Platero; el mismo J R J lo decía al hacer un prólogo a la edición de 1952, de la Editorial Losada de Buenos Aires, de 35.000 ejemplares. La 1ª edición menor fue en la serie Juventud, de La Lectura de Madrid, en la Navidad de 1914. La 1ª edición completa fue de la Casa Calleja, de 1916, después la de Espasa-Calpe, luego la de la Residencia de Estudiantes y en 1936, la de la editorial Signo. En 1937, Espasa-Calpe reimprimió las dos ediciones, la completa y la menor. La Editorial Losada dio luego tres ediciones simultáneas. Gustavo Gili, de Barcelona, hizo una edición para bibliófilos, ilustrada por José Mompou. Hay que destacar que fue Don Francisco Giner de los Ríos quién impulsó la edición primera. Juan Ramón contaba emocionado que una mañana de frío le llamó Manuel Bartolomé Cossío, el crítico de El Greco, que era un hijo para Don Francisco, para que fuera a darle y recibir el último adiós. J R describe con una sensibilidad  exquisita la entrada al sencillo dormitorio de Don Francisco cuando vio que tenía sobre su cómoda un montón de ejemplares de Platero: era el regalo de Navidad y Año Nuevo que había hecho a sus amigos. Al verle entrar se sonrió con esa cara azul de cianosis, se cogieron las manos y el enfermo abrió el libro por el capítulo de la muerte de Platero y mirando a J R le dijo: “Es perfecto” y continuó: “Con esta sencillez debía usted escribir siempre”. Luego añadió: “Pero no se envanezca”.
Juan Ramón, un poco antes de morir, en 1958, dijo a Ricardo Gullón: “Entre las obras más características de mi prosa considero a Platero la más representativa de la 1ª época”. En ese mismo año, su sobrino, Francisco Hernández Pinzón Jiménez escribió: “Juan Ramón y Platero son dos figuras inseparables, y vivirán para siempre asociadas en la imaginación universal”.
Me gusta leer las distintas ediciones de Platero, hoy tomo la de Ricardo Gullón, de Taurus, en su XV edición, de 1982. Escribe que la 1ª edición de 1914, selección preparada a petición de los editores, dio lugar a que el librito se encasillara en “Literatura infantil”. Ya en 1916, la edición completa era lectura adulta, algunos capítulos apuntan a la crítica social. Gullón escribe: “Un lector moderno puede ver a Platero como símbolo de la naturaleza con quien el autor dialoga e incluso pensarlo como reflejo de la conciencia del poeta.”
La obra tiene 138 capítulos aunque alguna vez pensó J R que tuviera 190. Este dato lo descubrió Ricardo Gullón en la Universidad de Rio Piedras, en Puerto Rico.
Francisco Garfias recoge y prologa en “Por el cristal amarillo” una miscelánea de J R que podría ser esa 2ª parte deseada de “Platero y yo”. Garfias recopila más textos de J R en “La colina de los chopos” y “Cuadernos de Juan Ramón.”

                                                                                                

                                              Foto realizada por Marisa Díaz-Pinés                                                    

sábado, 24 de mayo de 2014

CENTENARIO DE PLATERO Y YO (1914-2014)

  
Con mis amigas Carmen H P y Chili V, cantando poemas de JRJ



                                               DE MOGUER A MOYA
Acabo de estar en la Casa Museo Tomás Morales en Moya. Desde el 23 de abril que se inauguró la exposición “Centenario Platero y yo (1914-2014)”, he deseado ir. Me ha impresionado ver en un espacio pequeño tal riqueza de matices: desde la muestra de primeras ediciones de “Platero y yo” a descubrir la relación de Tomás Morales con Juan Ramón Jiménez. También han plasmado de maravilla la figura de Zenobia Camprubí, su mujer, otra intelectual de gran talla y cómo Graciela Palau desmonta las críticas de Rosa Montero. Hasta se explica el significado de la rama de perejil que la vemos en las obras de JRJ…Me hubiese gustado ir con una silla para ver el reportaje de 55 minutos que hizo TVE, donde Agustín González daba vida al Nobel, pero es un reclamo para volver otro día.
Efectivamente hay un punto de unión entre J.R.J (1881) y T. M (1884): la fecha de su nacimiento es cercana y ambos chupan del Modernismo de Rubén Darío. Con 23 años Tomás Morales publicó su primer libro en Madrid “Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar” que se divide en tres secciones: Rimas sentimentales, Poemas de la Gloria y Poemas del Mar. La primera parte se la dedicó a Juan Ramón.
El 10 de abril de  1953, cuando Juan Ramón daba clase  en Puerto Rico, en una clase sobre el Modernismo, dejó anotado en sus apuntes: “Tomás Morales, canario, sigue muy de cerca a Rubén Darío “Poemas del Atlántico”. El poeta de Moya ya había muerto en 1921 pero su eco se oyó en esas aulas de la Universidad de Río Piedras.
Qué fortuna poder visitar esta exposición que estará hasta el 29 de junio. También animo a todos los profesores de Lengua y Literatura para que vengan con sus alumnos desde Infantil a Bachillerato a participar en el Taller didáctico “Platero y yo”.