Llanura y azafrán.

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miércoles, 27 de marzo de 2013

Oleaje


                   
                               


Estos días el mar bate fuerte. Desde casa contemplo las olas que chocan con tal fuerza que el agua salta al paseo marítimo. Días atrás el mar estuvo en calma y daba serenidad contemplarlo. Eso pasa en la vida nuestra: hay momentos tranquilos y otros en los que las olas irrumpen a nuestro paso. Últimamente hay mucho oleaje en el panorama político pero  nos aseguran que el barco llegará a puerto. Son días de fomentar la esperanza y no quedarnos en la inseguridad del momento. El barco es frágil y podría venirse a pique a no ser que algunos hombres que llevan mucha carga empiecen a soltarla y hagan posible que otros, que están parados a la orilla, puedan subirse y también llegar a puerto. La cosa es que todos estamos dejando algo, pero la nave iría más ligera y segura si “los grandes” prescindieran de su “hermosa carga”.
Lector, se que me entiendes y escribo para ti. Políticos, entended el lenguaje del equilibrio justo. Es la hora de la unidad con el capitán del barco. Así no habrá hundimiento.    

                                                     



                                                                 

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