Llanura y azafrán.

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jueves, 23 de junio de 2022

¡Corazón de Jesús, en Vos confío!

 

                           


 

¡Cómo no hablar de algo que llevo metido hasta la médula desde chiquitilla!

Mi madre me lo enseñó con naturalidad, como todo, sin imponer. Ella iba por delante, con la vida. Aprendí porque ella acudía a esa jaculatoria ante cualquier situación dura, difícil. Siempre afrontaba todo con serenidad y fortaleza.

La primera vez que brotó de mis labios, siendo una niña, fue en una noche de verano que caí al vacío de una cueva cuya trampilla estaba abierta y no la vi. Mis padres fueron corriendo a recogerme y -milagrosamente- no tenía ni una brecha.

La segunda vez que recuerdo, yendo con unas amigas a una promoción rural a una aldea, en una curva nos salimos de la carretera, caímos por un terraplén. El coche iba sin control, traspasamos una valla…Unos hombres que iban en un camión pararon y bajaron hacia nuestro coche. Se quedaron asombrados al ver que no nos había pasado nada. Sólo magulladuras. Estuvimos en observación 24 horas y pudimos realizar nuestro voluntariado.

La tercera vez que recuerdo fue otro accidente bajando del Moncayo. El coche patinó y quedó colgado en el precipicio. Salimos rápido. Fue otro hecho milagroso acudiendo al Corazón de Jesús.

Podría seguir contando hechos en los que he visto y sentido la ayuda del Corazón de Jesús. Momentos duros en los que experimenté su cercanía, fortaleza, misericordia, ternura, comprensión, serenidad, paz…

Vivimos momentos sociales, políticos, familiares, sanitarios, económicos…que nos superan. ¿Qué hacer si somos personas corrientes incapaces de cambiar el rumbo de la Historia?

Diréis que soy idealista pero veo que no nos vamos a quedar de brazos cruzados y la primera acción positiva del cambio es que seamos mejores. Aprendamos de esos sentimientos que alberga el Corazón de Jesús y pidamos que los tengan, cuando los veamos en los medios, aquellos que sí está en sus manos el cambio de la historia hacia una sociedad más justa, más buena.

 

 

 

 

12 comentarios:

  1. Impresionante Marisa, como me ha alentado fomentar

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  2. La devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Un millón de gracias por este testimonio tan bonito. Un fuerte abrazo

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    1. Gracias a ti, Mª Elena por tu respuesta rápida y positiva siempre. Un abrazo familiar

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  3. Hermosas experiencias que nos acercan al Sagrado Cirazon. Muchas gracias Marisa

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    1. Qué alegría me das Carmen. Gracias a ti. Un abrazo familiar

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  4. ¡Que dulzura y fortaleza, encierra a la vez esta jaculatoria! ¡Con qué sencillez podemos invocarla en momentos difíciles!.
    ¡Gracias Marisa, por relatar tus recuerdos, que son testimonio de fe y camino de esperanza!.

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    1. Ciria, tus palabras acertadas siempre con la mesura que te caracteriza. Gracias Ciria por tu comentario. Un abrazo tan grande como tu océano

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  5. Gracias por dejar serena reflexión y grandes emociones en tu escrito, apreciada amiga. Placer de leerte. Y aprender.
    Un abrazo grande.

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    1. Muchas gracias, Teo, por entrar en mi blog y saber apreciarlo. Un abrazo familiar

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