Foto realizada por Marisa Díaz-Pinés
Estamos en una época que
todavía hay covid y tenemos que conjugar
el ser prudentes con intentar “hacer la vida normal”. Hemos pasado por varios
confinamientos, bien por coger el covid ó porque lo han cogido miembros de
nuestra familia. Algunos tenemos la experiencia de haber perdido a familiares y
amigos por covid y sólo nos queda la esperanza y por eso rezamos por ellos.
Esta situación, que el Señor
no la ha mandado pero que sí la permite, hemos de aprovecharla. ¿Cómo?
Volviendo a empezar, como dice la canción de Sinatra. Volver a empezar a
luchar, no cansarnos de sonreir, de ayudar a los demás, de tener espíritu de
servicio, de hacer nuestro plan de vida de trato con Dios: un rato de lectura
espiritual. La lectura ha hecho grandes santos. Existen biografías de Louis de
Wohl que son amenas y a la vez bien documentadas; te aportan mucho no sólo en
el campo histórico literario sino en la vida de unión con Dios en medio de
dificultades de todo tipo. Recuerdo la biografía de Santa Catalina de Siena,
mujer adelantada a su época, con empuje, iniciativa, valor, capaz de
enfrentarse a reyes y al mismo Papa que lo hizo volver a Roma, desde Francia,
para estar en la sede de Pedro, que es donde tenía que estar sin miedos.
Volver a empezar en la
oración, que es el cimiento de nuestra vida. Recomiendo vivamente el Evangelio
de cada día en donde viene un breve comentario del papa Francisco. Esclarece
nuestro caminar con nuevas luces.
El Santo Rosario es el arma
para vencer en este mundo de guerras, rupturas, catástrofes, enfermedades,
muertes…Ya lo decía San Juan Pablo II y lo dijo la Virgen a los pastorcillos de
Fátima. Quizás puedas pensar que no tienes tiempo, yo te digo que lo tienes si
te apoyas en el Rosario para sacar adelante todo lo que te preocupa; entonces
rezarás un Misterio, que son 10 avemarias al ir al mercado ó a un recado.
Puedes aprovechar a rezar mientras haces algo manual, ya sea planchar, coser
ó…Descarga la aplicación de rezar el Rosario y la puedes usar también haciendo
deporte. En fin, querer es poder.
Tiempo de confinamiento que
aprovechamos para leer todo lo que teníamos pendiente y nunca sacábamos tiempo
para ello. Hablé más extensamente en mi blog. Leer es gimnasia mental pero
también hicimos, yo al menos lo hice, cada día, gimnasia con música. Era
necesario el ejercicio.
Y termino con el consejo de
sonreir. La curva de la sonrisa hace sonreir a Dios. Significa confiar en que
todo saldrá bien si hacemos cada día lo que podamos. El resto lo pondrá Él.
Gracias Marisa por tus recomendaciones que tanto ayudan.
ResponderEliminarLa foto preciosa,que serenidad.
Un fuerte abrazo,
María Elena
Muchas gracias, Mª Elena, por tus palabras agradecidas y cercanas. Un abrazo familiar
EliminarQue buenos consejos para teniendo a Dios siempre presente aprovechar los momentos de confinamiento. Y como no dicho con la hermosa prosa de Marisa
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, querida Carmen, por saber apreciar la belleza de lo pequeño y cotidiano. Un abrazo familiar
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