(La nota que sigue fue
escrita para la edición escogida de “Platero y yo” que publicó la biblioteca
“Juventud” –ediciones de “La Lectura”, Madrid- en Navidad de 1.914)
ADVERTENCIA A LOS HOMBRES QUE
LEAN ESTE LIBRO PARA NIÑOS
Este
breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de
Platero, estaba escrito para… ¡qué sé yo para quién!...para quien escribimos
los poetas líricos…Ahora que va a los niños, no le quito ni le pongo una coma.
¡Qué bien!
“Donde
quiera que haya niños –dice Novalis-, existe una edad de oro” Pues por esa edad
de oro, que es como una isla espiritual caída del cielo, anda el corazón del
poeta, y se encuentra allí tan a su gusto, que su mejor deseo sería no tener
que abandonarla nunca.
¡Isla
de gracia, de frescura y de dicha, edad de oro de los niños; siempre te halle
yo en mi vida, mar de duelo; y que tu brisa me dé su lira , alta y, a veces,
sin sentido, igual que el trino de la alondra en el sol blanco del amanecer.
EL
POETA Madrid, 1914
foto de Marisa Díaz-Pinés
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