Mariano Fazio, narra, a través de las 155 páginas, el viaje de la vida humana de Dios a Dios, a través de los clásicos que van a ser la brújula.
En la introducción el autor dice: “Todos deseamos una vida
lograda, plena, feliz. Para alcanzarla, la clave reside en hacerlo todo
libremente, por amor.
Un clásico es un libro que, aunque haya sido escrito hace
muchos siglos, tiene algo que decirme hoy y ahora (…) Los clásicos abordan, de
una manera u otra, lo referente a las preguntas existenciales de la persona
humana: ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es el sentido de mi vida? ¿Qué
diferencia hay entre el bien y el mal? ¿Cómo debo afrontar el dolor? ¿Qué hay
detrás de la muerte? Otra forma de abordar los clásicos es afirmando que se
ocupan de presentarnos la verdad, la belleza y el bien (ó el amor) Ejemplo:
Otelo no es el elogio de los celos sino su condenación; el Infierno de Dante
nos hace anhelar el Paraiso.
Los clásicos son capaces de transformar la vida de los
lectores. No toda obra literaria tiene esa capacidad. Si un libro no logra
transmitir humanidad, si presenta el mal como bien y el bien como mal, estamos
frente a un fracaso de la comunicación literaria: por más perfección formal que
tenga, no será un auténtico clásico”.
Os animo a introduciros en la lectura para descubrir los
grandes tesoros de la Literatura universal y su incidencia en nuestras vidas.