Foto realizada por Marisa Díaz-Pinés
No quiero que pase julio,
mitad del verano, sin deciros algo. Justo estamos entre dos Vírgenes: el Carmen
fue el 16 de julio y vamos hacia el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen. Que
sea Ella la protagonista de nuestra charla.
Hablar de la Virgen es hablar
de sencillez, de naturalidad, de pasar inadvertida porque es “Maestra del
sacrificio escondido y silencioso”, como decía San Josemaría. Las madres de familia lo
comprendéis esto a la perfección.
¿Cómo cuidaría al Niño Jesús?
Le haría la comida con gran cariño y tal vez la ropa. Seguro que su madre,
Santa Ana, le echaría una mano.
¿Cómo sería la humilde casa de
Nazareth? San José habría hecho los muebles, Ella la limpiaría con esmero e
incluso pondría algunas flores que cogería por el campo. Tal vez su casa olería
a tomillo y romero. *Recuerdo cuando fui al Líbano y bajamos hacia Sarepta,
Tiro, Sidón y aún más al sur, casi frontera con Israel; allí nos llevaron a una
cueva muy amplia donde descansaría Jesús con sus discípulos. Aprovecharían para
comer lo que habían guisado María y las otras mujeres que les acompañaban. Al
salir de esa cueva tuve como un fogonazo al encontrarme con la luz del sol y el
calor. Se veía el camino árido y seco por donde vendrían y la cueva aparecería
como refugio y un alto en el camino. En ese momento vino una brisa con olor a
tomillo y romero. Entonces tuve una luz del Espíritu Santo que ha quedado
grabada en mi alma, al repetir el Avemaría. Comprendí “Bendita Tú eres entre
todas las mujeres”. Descubrí que nuestra Madre pasó siendo una más en ese lugar.
Como nuestras charlas son
breves, pero tienen contenido que nos alimenta el alma ¿Qué podríamos ir
concluyendo para después ir rumiando en estos días de vacaciones?
. En primer lugar plantearnos ante cualquier
situación: “¿Qué haría la Virgen en mi lugar?
. Ella dedicaría un rato a la
lectura de las Sagradas Escrituras. Vamos tú y yo a imitarla leyendo cada día
el Evangelio. Pon una señal para ir continuando. Además déjalo en un sitio que
te facilite: la mesilla de noche ó un rinconcito que sea muy tuyo.
. Haz tu trabajo en presencia de
Dios. Poniendo cariño y todos los sentidos.
. Reza el Rosario en familia. Es el arma
para vencer, decía S, Juan Pablo II. También Misa dominical en familia.
. Añade tú. Te aconsejo una
aplicación: “10 minutos con Jesús”
Y…para preparar la fiesta del
día 15, repite: “¡Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros!”
Te deseo un feliz verano de la mano de la Virgen.