Foto realizada por Marisa Díaz-Pinés
El pasado 10 de noviembre hubo un acto en la Biblioteca Nacional de España, que me gustó mucho. Intervinieron José Sacristán e Iñaki Gabilondo. Hablaron con cariño y admiración de Miguel Delibes.
El encuentro se fue desarrollando sin prisa, con la calma de poder saborear las palabras de Sacristán al hablar de los personajes de pueblo, con su sabiduría que todavía permanece y que tanto gustaba a Delibes. Iñaki comentó que Miguel le recordaba a su padre como hombre de una pieza. Quedó claro que las obras de Delibes permanecen actuales y que son necesarias como norte de vida, aunque Miguel nunca pretendió adoctrinar a nadie. Destacaron el amor a la Naturaleza del gran Delibes como así lo fue el discurso de su entrada en la Real Academia Española.
Hicieron reflexiones sobre los jóvenes, al estar ya cumplidos en años, pero todavía trabajando en lo que les gusta: Sacristán representando "Mujer de rojo sobre fondo gris" y Gabilondo, en la SER. Se preguntaron cómo Delibes, escritor y hombre, puede ser punto de referencia a los jóvenes de hoy que van corriendo y quieren lo inmediato. Miguel supo mirar lo que le rodeaba, la Naturaleza, la familia, su trabajo. Y yo también añado que necesitamos educar la mirada y a mi me ayudaron sus libros mientras estuve en vela cuidando a mi padre en el hospital, hasta que falleció. Fueron noches largas junto a su cama, mientras que Miguel me llevaba de la mano en "Diario de un cazador". Entonces trascendía esas paredes blancas de hospital y me iba por los campos de Castilla.
Sacristán vio la necesidad de fomentar la ilusión en estos tiempos, como lo hizo él de pequeño coleccionando cromos. Contó la anécdota que no hace mucho fueron a su casa a tomar café un matrimonio con su hijo y les enseñó su album de cromos, de niño, que sólo le faltaban cuatro cromos. Al cabo de unos días apareció el hijo de esos amigos con los esperados cuatro cromos. Fue toda una ceremonia pegarlos tras muchos años de espera, con ilusión. Gabilondo añadió que también hoy día hay que soñar y crear.
Me parece genial: educar la mirada, fomentar la ilusión y aprender a soñar y crear.