Vigo por Marisa Díaz-Pinés
El lunes, 4 de enero fui con
unos amigos a la Biblioteca Nacional a ver la exposición sobre Concepción
Arenal. Tiene dos partes: la biográfica y la relacionada con su obra.
Me impresionó gratamente el contemplar la
valía de esta gallega que nació en Ferrol el 31 de enero de 1820 y murió en
Vigo el 4 de febrero de 1893. Estuvo casada con Fernando García Carrasco y
tuvieron tres hijos. Fue valiente en una época en la que la mujer permanecía en
segundo plano en la sociedad. Quiso estudiar y lo hizo vestida de hombre, en la
Facultad de Derecho de la Universidad Central, en donde conoció al que sería su
marido. Sus inquietudes sociales la llevaron a estudiar Derecho penal para poder
combatir y remediar las carencias que había en las cárceles e instituciones
educativas. Su pasión era pensar, leer y escribir y transmitirlo a las clases
más desfavorecidas para que encontraran la verdadera libertad. Su religiosidad
era profunda y no concebía la justicia sin la caridad cristiana, de tal forma
que se puso a trabajar en las Conferencias de san Vicente de Paul y estuvo al
frente de la sección de mujeres de la Cruz Roja de España. También como
corresponsal de guerra en la retaguardia del Hospital de Sangre, en Miranda de
Ebro, durante la Tercera Guerra Carlista. Encontró apoyo en grandes
intelectuales, la mayoría hombres y también en algunas mujeres de la nobleza.
Escribió poesía, ensayo, teatro, relatos, etc. Fue precursora del Trabajo Social
en España.
Su visión de la política
social se hace necesaria en nuestros días: “La sociedad más perfecta es aquella
en que más personas libremente se armonizan para el bien” o “Las fuerzas que se
asocian para el bien no se suman, se multiplican”.
Me parece que su figura ha de
inspirar a las mujeres y hombres de hoy para no quedarse cruzados de brazos y
empezar a actuar unidos en el bien, que como ella dice tiene efecto
multiplicador.
Ella supo aunar justicia y
caridad. Su principal interés era contribuir a la construcción de un mundo
mejor.
Marisa muchas gracias me uno a los senrimientos, me ha gustado mucho y se agradece leer tu enriquecedor artículo un abrazo grande.
ResponderEliminarGRACIAS A TI POR TUS COMENTARIOS TAN ANIMANTES.
EliminarMe gustaria saber quién eres. Te mando un abrazo
Justa es la exaltación de mujeres valientes, que contribuyeron con su trabajo a enaltecer la dignidad humana en todos sus ámbitos. Con tu escrito, no sólo contribuyes a dar a conocer la interesante vida de esta persona, sino de animar a otras a conseguir sus metas. Un abrazo.
ResponderEliminarCiria, das en el clavo con tus palabras siempre certeras en la forma y en el fondo. Un abrazo tan grande como tu océano.
ResponderEliminarMe ha encantado la pequeña semblanza que haces sobre una mujer que ha ido siendo grande, cda vez más grande a medida que pasa el tiempo.
ResponderEliminarY... Hermoso y emocional encuentro con tu comentario, amiga Llanura o Marisa. Me alegra este paso tuyo por el pequeño rincón de emociones propias compartidas.
Un abrazo.
Gracias a ti por mantener vivo ese gran grupo de Órbita. Este es mi pequeño rincón literario, pedagógico, histórico, etc Si, he descubierto a Concepción Arenal en la exposición. ¡Qué mujer tan extraordinaria! Qué grandeza de alma siempre pensando en los demás. Quiero transmitir su vida con mis palabras. Es mi granito de arena. Un abrazo
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